domingo, 22 de noviembre de 2009

Para Cintia

Tema: Educación

Especificidad: la reforma educativa de la escuela secundaria 2010 en la provincia de BsAs.

Problema: La falta de información, tiempo y presupuesto para llevarla a cabo.

Pregunta: de qué manera afectará a docentes y alumnos

Objetivo: Determinar la conveniencia de su aplicación

Hipótesis: La reforma sólo apunta a producir un ajuste económico sobre el área educativa.

Marco teórico: El marco del cual se parte es un punto de vista crítico desarrollado a través de la información comparada de quienes impulsan y quienes resisten la reforma, la nueva ley, la anterior, el marco político y económico.

Metodología: La adquisición de las fuentes y organizadas se corresponde, con el acceso a documentación referida al tema señalado. Se sigue una metodología analítica.

Bibliografía

Jayo, Silvia. La competencia del capitalismo es la permanente degradación del trabajo y la educación. En Tribuna Docente, 12-10-2009.

Del Pla, Romina. Ley de educación técnico-profesional. En Tribuna Docente Nº 74, noviembre de 2005.

Provincia de Buenos Aires. Ley 13.688.

Introducción:

El ministro de educación bonaerense, Mario Oporto, anunció la “nueva secundaria” como una acción progresista del gobierno, donde dice que “necesitamos otra secundaria que incluya a todos” y “que escuche a los chicos”. Esta reforma vendría a resarcir a la sociedad de la destrucción de la escuela media durante la década del noventa. Si la Ley Federal de Educación dejó un panorama educativo desastroso a lo largo y ancho del país, las nuevas leyes de educación nacional y provincial no parecen constituir ningún avance sustantivo. Aunque se la presenta en base a un discurso “progresista”, no parece tratarse de una reforma de fondo. El Ministerio de Educación no reconoce directamente la situación de la educación pública y el fracaso de las políticas que se vienen aplicando desde que se decidió abandonar la Ley Federal de Educación. Docentes y padres recibieron el anuncio con desconfianza. Y en particular los docentes cuestionaron masivamente la reforma en la jornada provincial convocada para tratar su implementación. ¿A dónde conduce esta reforma? ¿Realmente se pretende una inclusión social desde la inclusión educativa? ¿Es éste un concepto válido? ¿Puede llevarse adelante una reforma sin presupuesto? ¿Por qué no se tomó en cuenta la opinión de los docentes? ¿Sólo el ausentismo es la causa del fracaso de la escolaridad? ¿Por qué no se cuestiona la falsa premisa de la calidad educativa en base al piso de los 180 días de clase? ¿Hay algo más detrás de una reforma apurada y no informada ni siquiera en el último mes del año lectivo 2009? ¿Quiénes son los responsables de esta improvisación o se trata de una improvisación digitada?

La ley: El gobierno puso en pie la Ley de Educación Nacional (26.206), la ley de financiamiento( 26.075) la nueva Ley de Educación de la provincia (13.688), con los planes educativos (2004 -2007, y 2008 – 2011)

Contexto:

La provincia de Buenos Aires es una provincia monstruosa a la deriva. El rojo fiscal llevó al gobierno de Daniel Scioli a tomar 1.600 millones de pesos del Instituto de Previsión Social al que aportan cientos de miles de trabajadores de la educación. Este dato es de suma importancia para comprender de qué se está hablando cuando se habla de educación. La provincia cierra el año fiscal con un rojo que ronda los 10.000 millones. Los anuncios de la gobernación de actualizar los valores inmobiliarios son una eterna quimera donde nunca se pone el cascabel al gato. Medio millón de chicos no trabajan ni estudian, de los 900.000 que nos estudian. En 2004 ya se encontraba el antecedente del abandono de la escuela primaria de 120.000 alumnos y de 60.000 de la escuela secundaria, y esto a pesar de la obligatoriedad en el primer nivel que se convierte en letra muerta cuando los padres optan por no enviarlos debido a la falta de recursos. La concepción de “contención” y “retención” educativa de la Ley Federal se avocaba a responsabilizar a los docentes por su falta de “motivación”, planes de estudio arcaicos y temáticas fuera del interés de los chicos y de su desconexión con el mundo del trabajo. El fracaso de esta política no estaba, sin embargo en la “calidad” y “calificación” del personal educativo. Se trataba de una concepción simplificadora de lo que había ocurrido con millones de personas marginadas por el sistema socio-económico y no por el educativo. El derrumbe de la capacidad adquisitiva de los salarios, la inflación acumulada, la economía informal que aumentó el pago en negro de millones de trabajadores, la falta de inversión en las áreas críticas de salud (hospitales) y edificios escolares (abandono que se hizo patente no sólo en los viejos edificios sino en los nuevos también, mal construidos), fue llevando a que la aspiración a la “inclusión” de la que se habla no sea otra cosa que un discurso vacío y poco menos que erróneo.

En medio de un rojo fiscal millonario, la provincia de Buenos Aires pretende aplicar la nueva secundaria de 6 años a costa de los docentes y los estudiantes. El congelamiento salarial durante el segundo semestre del año forma parte de este ahorro. Aun así, las 300 aulas nuevas que hacen falta para aplicar el 4to año no están garantizadas porque no se autorizan las partidas presupuestarias.

La Reforma de la Reforma

Una reforma no toca la esencia de lo anterior. ¿En qué consiste aparentemente esta reforma? Volver al secundario anterior, pero de 6 años. E esto no es cierto. Los nuevos diseños curriculares no “vuelven” al sistema anterior, como tampoco la estructura. La unificación de ESB y Medias es poco menos que ficticia. Los edificios continuarán desunificados. Sus directivos permanecen a la expectativa de mantenerse en pie y “negocian” las absorciones para conservar sus puestos. Se desconfía de la efectividad de la reforma. La mayoría de los docentes no creen que se vaya a aumentar la matrícula por causa de la “obligatoriedad” solo escrita en la ley. Tampoco la reforma contempla la construcción de aulas ni las necesidades de las escuelas que han presentado proyectos para transformarse en Técnicas. Las ESB pasan a ser sedes de las Medias, pero se les permite abrir 4tos años a expensas de sus primeros años, lo que concretamente las ponen en competencia con las Medias. Todo este rompecabezas fruto de una desplanificación que consta como “a consenso entre directivos e inspectores” lleva a observar la hipótesis de este trabajo. La reforma no se impulsa para resolver problemas (los profundiza), sino para complementar una política de ajuste donde ya se ha planteado el “ahorro” que el gobierno propone en todos los ámbitos.

Devaluación de la Escuela Secundaria:

Se quiere hacer una escuela más flexible, tanto en los contenidos cuanto en los ciclos y las condiciones para recibirse. Se quiere entonces devaluar la escuela secundaria. ¿En qué sentido? El mismo Ministerio de Educación Nacional dice en su revista institucional “ para los requerimientos –mínimos- de la actual oferta laboral, a los estudiantes egresados del secundario les sobra capacitación” (El Monitor, noviembre 2007). Entonces, hay que bajar el nivel y, como dice Alberto Sileoni “Simplemente, se ayuda a que la persona pueda. Sería una indignidad del Estado regalarle el título. Pero el Estado está obligado a abrir puertas y dar posibilidades” (La Nación, 25.07.09). Según los ministros, ésta sería una secundaria para formar para el trabajo. Entonces, cuanto menos se enseñe menos valdrá la fuerza de trabajo de los alumnos que egresen de la “nueva secundaria”. Es una escuela para abaratar la mano de obra. En esto va, obviamente el interés de las empresas, de ningún modo para democratizar la escuela o para garantizar la incorporación de todos los jóvenes que hoy no estudian a la educación pública. La reiteración de los conceptos de “inclusión” y “obligatoriedad” solo tienen la función de disimular la devaluación de la escuela secundaria que esta reforma pretende.

Una educación para el trabajo? Sileoni y Oporto afirman que con la nueva secundaria, se preparará mejor a los chicos para el mundo del trabajo. La ley aclara el panorama: en los artículos 122 y 123 se plantea la creación de un organismo denominado “Consejo Provincial de Educación y trabajo (COPRET)”, según la ley “su finalidad es articular el desarrollo de estrategia, programas y acuerdos entre el sistema educativo provincial, en sus distintos niveles y modalidades y los sectores vinculados al desarrollo de la producción y el trabajo, tanto públicos como privados” y va a tender a “favorecer acciones destinadas a la promoción de la formación técnico-profesional integrando las propuestas del empresariado y los trabajadores, en coordinación con los niveles y modalidades”. En limpio, la “educación para el trabajo” no es ni más ni menos que pensar una escuela para formar mano de obra barata para los empresarios. Se trata se institucionalizar algo que ya es común en las escuelas técnicas ( y que se profundizó con la ley de escuelas técnicas): las pasantías gratuitas, donde los estudiantes trabajan (en forma gratuita o por sueldos irrisorios) para las empresas con el objetivo de “aprender y perfeccionarse”. El plan del gobierno se sigue ajustando a los requerimientos de los empresarios donde la precarización es moneda corriente. Quieren adecuar la escuela a la situación actual de los trabajadores (“la mano de obra”). Hoy, más del 40 por ciento de la población está por debajo de la línea de pobreza. La mayoría de esos pobres no son excluidos (desocupados) sino trabajadores. El 45 por ciento de la mano de obra ocupada está en negro, y la mayoría del resto de los trabajadores está flexibilizado por tercerizaciones o diversas formas de contrato precario. No requieren de una formación importante. Adecuar a la escuela y a los educadores a esta situación significa desvalorizar lo que se enseña y a los que enseñan.

El planteo es educar para la empleabilidad, utilizando el método creado en Estados Unidos de educar por “competencias laborales” que, según la definición aportada por la Universidad Pedagógica de la Provincia de Buenos Aires, es “una construcción social de aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo, que se obtiene no sólo mediante la instrucción sino también, y en gran medida, mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones concretas de trabajo”. No importa que sepa, sino que sepa hacer. Importan las pasantías en las empresas y las enseñanzas de los que saben hacer ese trabajo: Los trabajadores o los capataces de esa empresa. Por eso, la “nueva secundaria” también deberá certificar saberes productivos que el alumno trae de afuera, es decir, adquiridos al margen de la educación formal. Para esta educación, no son necesarios los profesores.

Los docentes

De la mano del punto anterior viene la precariedad y flexibilidad del trabajo docente. La “nueva secundaria” plantea una “nueva normativa” que eliminará progresivamente el Estatuto Docente y la estabilidad laboral, porque un porcentaje que puede llegar al 50 por ciento del cargo del profesor deberá ser compuesto por horas o módulos institucionales extra-curriculares (Tutorías, terminalidad, etc.), que se renuevan anualmente por proyectos que deben ser aprobados por los directivos de los establecimientos, si esos proyectos están en sintonía con la orientación de esa escuela. Se abre la puerta al “clientelismo” o conversión de las escuelas en pequeñas empresas gestionadas por, no ya directivos-docentes, sino por especialistas en gestión. La circular 2 plantea avanzar en los estados administrativos, pero elude dar respuesta a las cuestiones administrativas y laborales centrales: como será la reubicación de docentes en función de la nueva estructura curricular, como se reubicará a los docentes de los Ecis, que se hará con los equipos directivos de las dos instituciones, etc. Patea para adelante en nombre de que se creará una normativa al respecto, lo que significa que quieren tomar de sorpresa a los docentes para avanzar sobre las condiciones laborales.

Conclusión

La propia escuela secundaria formal tiende a desaparecer, porque en el proyecto presentado por la Subsecretaría de Educación de la provincia de Buenos Aires se señala que esta “nueva escuela secundaria inclusiva” se podrá llevar a cabo en: “Centros de Escolarización de Adolescente y Jóvenes”; “Centros de Finalización de estudios y Vuelta a la escuela”; “Centros para la permanencia: Becas, Caj, Patios Abiertos, Tutorías”, todos lugares fuera de la educación formal. La “nueva secundaria” es a la escuela media como la ley de las “madres cuidadoras” a los jardines de infantes”, ley que permite que el punterismo político ponga en una casa a una mamá a ejercer la tarea de una maestra jardinera

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